lunes, 30 de septiembre de 2013

Dragon ball y la generación que no crece

El viernes pasado se estreno en México Dragon Ball Z: La batalla de los dioses. La película ya tenía rato que había salido en Japón y muchos otakus decían orgullosos: pff yo ya la vi hasta como 3 veces!
El detalle de traerla a los cines no sólo era por disfrutar de los efectos visuales en una megapantalla, sino también para escuchar a nuestros personajes de la infancia como los hemos conocido siempre, con sus voces originales.
Con originales me refiero al reparto original de voces de doblaje, y es que aún no comprendo porque siempre echan a perder tan buenos programas poniendo voces que nada que ver...
Pero bueno, la idea está en que después de firmas y lloriqueos internautas, la película se estrenó en los cines cerca de nuestras casas.
Yo no me quise enterar de nada de la película que no fueran noticias externas a la historia. No es que fuera la gran cosa o me importara demasiado pero lo quise guardar como sorpresa.
Llegó el día esperado y después del trabajo fui a verla.
La historia no es la más extraordinaria ni tampoco vacía sin sentido. Es divertida, con golpes y madrazos espaciales y referencias nostálgicas. Tiene lo que esperaba y quería. Me divertí mucho y rememoré tiempos lejanos lejanos cuando, después de hacer la tarea ( o decir que la hacía y sólo me sentaba en la mesa a hacer dibujitos), nos sentábamos mi hermano y yo frente a una telesita a ver el canal 5. Quería eso y lo obtuve.
Si hay que echarle tierra, podría decir que, hubo momentos donde la animación me ofendió por lo barata que fue. Un ejemplo es cuando Bills va despertando y cayendo por piedras flotantes...vaya! Está tan horrible que, si no querían animarlo ni lo hubieran puesto! O momentos de batalla que lo computarizado parece sacado de un juego de PS1.
De ahí en fuera creo que vale la pena verla, recordar nuestros personajes de la infancia y pasarla bien.
Algo que logré observar al ir al cine fue que, la mitad o más de la mitad de la sala éramos personas entre los 18 y 26 años...y es que los productos "infantiles" que salen actualmente ya no son necesariamente consumidos solamente por niños... A las películas finales de Harry Potter fuimos gente ya en sus veintes y con novio y todo, podría aventurarme a decir que hasta con sus hijitos, cuando en las primeras películas tu papá te pagaba la entrada. En tiempos más cercanos podemos hablar de Toy Story 3, Monster Inc. y ya para los más jóvenes pero que se van conviertiendo en adultos :P Mi villano favorito.
Frases como "Cerraré un bloque de mi infancia" cada vez se va volviendo más repetitiva. El lanzamiento de estrenos como Sailor Moon y series que abrieron camino en este país y que con cualquier cosa insignificante, personas mayores y con poder adquisitivo, no dudamos ni un segundo en hacerlo nuestro.
Será que no nos volveremos adultos nunca? Será que la división entre infancia y adultez cada vez es más delgada?
Y es que por un lado, las persona que nacimos entre los 80's y 90's nuestro niño interior no quiere quedarse en el interior y los niños de ahora cada vez se comportan más como adultos...podría apostar que un adulto joven ve más caricaturas que un chico de primaria...
Ni que decir de los videojuegos, Animal crossing es jugado por personas en sus veintes cuando COD la gran mayoría son niños que no pasan de los 10 años, pero ya es tema de otro post...

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